En ese mismo momento Bilbo se detuvo. Seguir adelante fue la mayor de sus hazañas. Las cosas tremendas que después ocurrieron no pueden comparársele. Libró la verdadera batalla en el tunel, a solas, antes de llegar a ver el enorme y acechante peligro.
La línea entre el éxito y el fracaso, entre seguir y parar, es fina. Confianza, ganas, lucha, como se quiera llamar, es un camino que tomamos cada día, cada hora. No somos lo que podemos hacer, somos lo que hacemos.
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