21 de octubre de 2007

Iceland 2007: El viaje

Siempre había pensado hablar de mi viaje a Islandia, tratar de transmitir una de las experiencias más apasionantes de mi vida, pero no lo he hecho hasta ahora. Dejando de lado discusiones filo-psicológicas acerca del porqué, me centraré en ir contando detalles, experiencias cortas e interesantes.

Trasladarme de mi casa a Siglufjordür fue todo un reto. En teoría hay aeropuerto en ambos sitios pero con mis escasos recursos hace falta mucha más imaginación. El plan:


1) Alguien me acerca al aeropuerto de Bilbao y me despide al grito de: "A la conquista del polo!". Allí cojo un vuelo barato EasyJet Bilbao - Stansted (Londres)





2) De Stansted pillo un autobús 'National Express' hasta Heathrow donde espero... y espero. Menos mal que el aeropuerto es enorme, así que me fui a una puerta lejana y me tumbé un ratillo enfrente de una buena tele (poco más y me duermo!)









3) Tras pasar 9 horas en Londres cojo un avión de IcelandAir a Keflavik (aeropuerto internacional de Reikjavik). Lo más parecido a Marte que te puedas imaginar: una llanura árida me inspira dos sentimientos. Por un lado, la emoción de la aventura y la locura que estoy haciendo y, por otro, la sensación de que he llegado a un inmenso y frío desierto, perdido en un lugar oscuro lugar del Atlántico.





4) En el moderno aeropuerto (unas instalaciones increíbles, se pueden reir de Londres, Bilbao, Madrid o Frankfurt - no muy grande pero precioso y práctico) consigo unas coronas islandesas bastante baratas - me refiero a la comisión, jejeje. Por cierto, puedes intentarlo en tu banco, aunque sea solo para ver la cara del comercial :).





5) Tras comprar el billete subo al FlyBus (Reikjavik - Keflavik) y sobre las 2 y media de la mañana llego a la estación de autobuses BSI de Reikjavik (sí, está de día!). Allí me espera un sobre con mi nombre y un par de compañeros de viaje. Helena (República Checa), Mario (Alemania) y yo comenzamos a seguir "el mapa del tesoro" por las vacías calles de Reikjavik. Una experiencia casi irreal provocada por la extraña luz nocturna.